
tu me miraste y te tapaste los ojos, pero esa no era yo, la niña del vestido blanquito que portaba una moneda de plata...
al final esos pedazos de ser...aplastados en la gris vereda tuvieron su extasis y su brillo, para quien acostumbra a posar los ojos en el suelo...
no te tapes los ojos te dije...no la vi, porque te estaba mirando a ti...
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